Al igual que Playa Can Comes, Playa de la Rubina está situada en el Parque Natural dels Aiguamolls. Por lo tanto, se beneficia de una protección privilegiada contra la contaminación. Empuriabrava comparte parte de esta playa con la vecina localidad de Roses. Extendiéndose a lo largo de casi 2 kilómetros, la Playa de la Rubina es un lugar de atracción que deleita tanto a los jóvenes como a los mayores.
Gracias a su ubicación alejada de los edificios, la Playa de la Rubina es una playa que se describe como natural, incluso salvaje. Y es especialmente al norte de la playa donde podrás disfrutar de los más bellos paisajes. En efecto, tendrás la oportunidad de observar dunas de arena fina que se extienden hasta donde alcanza la vista, así como especies de animales protegidas que han hecho del parque natural su reino.
Una playa con muchas facetas
Si la Playa de la Rubina es tan apreciada por turistas y lugareños, es por sus múltiples actividades. De hecho, la playa se puede dividir en tres áreas distintas. La primera zona es relativamente clásica, ya que ofrece a los turistas el «must» de una playa: socorristas marítimos, chiringuitos y restaurantes, alquiler de sombrillas, etc. Sin embargo, a diferencia de otras playas, la Playa de la Rubina es mucho menos frecuentada y su entorno natural la hace única.
La segunda área es un poco más original ya que está reservada para perros. Si viajas por la Costa Brava, sólo encontrarás dos playas donde se admiten perros. Playa de la Rubina es una de ellas. De este modo, tu mascota podrá disfrutar de un baño en el Mediterráneo y correr a su antojo sin molestar a otros turistas.
Por último, la tercera zona está dedicada íntegramente a los deportes náuticos. El kitesurf y el windsurf son también los deportes más populares en esta playa, así que no te sorprendas si ves tablas de surf volando en el aire! Además, en esta zona se encuentra la Escuela Municipal de Vela de Empuriabrava. Para los veraneantes más deportistas, puedes reservar clases y aprovechar al máximo tu tarde.