Calella de Palafrugell, el pueblo de aspecto bohemio

Situada en el Baix Empordà, en la provincia de Girona, Calella de Palagrufell es un antiguo pueblo de pescadores que ha conservado su aire bohemio. Este pueblo fue creado en el siglo XVIII con la llegada de los piratas. Los pescadores decidieron establecerse en la costa de Palafrugell para protegerla. Y hoy, sigue siendo tan pintoresco como siempre, con un encanto de antaño del que nunca te cansas.

Calles estrechas, casas blancas y barcos de madera en el puerto, son el paisaje de postal de Calella. Este pueblo es un destino que se reinventa cada temporada y muestra sus diferentes facetas para cada ocasión. Con un clima mediterráneo templado y todas sus pequeñas calas, te permite recargar las pilas en un entorno excepcional. Aunque el número de visitantes puede aumentar rápidamente en verano, la visita al pueblo sigue siendo muy agradable. En su corazón, la iglesia parroquial de Sant Pere es una pequeña joya del pasado que hay que descubrir.

Pero Calella es también el punto de partida de otras ciudades y pueblos de la Costa Brava. Al norte, se encuentra el paraje natural de Castell - Cap Roig, Tamariu, Begur y por supuesto Palafrugell. Y en el sur, descubre Palamós, Sant Antoni de Calonge o incluso Platja d'Aro. A lo largo de las antiguas carreteras de la costa entre Blanes y Port-Bou, nos encontraremos con paisajes maravillosos y panoramas inigualables. En particular, hay un hermoso paseo a lo largo de la carretera de Ronda que conecta Calella con la cercana localidad turística de Llafranc. Además, es una oportunidad para explorar las otras pequeñas calas que animan la costa como Calau, Canadell o el Port de la Malaspina.

Pero sobre todo, no te pierdas los eventos anuales de la ciudad, que incluyen dos festivales de jazz: el Street Jazz y el Costa Brava Jazz Festival. Ven a vivir el ritmo de vida en Calella de Palafrugell ¡Un placer para disfrutar sin límites!