Colera, un exquisito pueblo familiar

A pocos pasos de la frontera franco-española, el pueblo de Colera es una pequeña joya catalana que hay que descubrir. A pesar de su tamaño, la ciudad atrae a muchos turistas que buscan un entorno excepcional para sus vacaciones. De hecho, Colera se beneficia de una ubicación ideal. Está situado entre los Pirineos y el Mediterráneo, lo que le confiere un encanto que pocas ciudades tienen. Agrega a eso, dos ríos zigzagueantes a cada lado de la ciudad y tendrás el paisaje perfecto.

Colera es un destino popular de vacaciones para las familias gracias a su ambiente tranquilo y relajante. La ciudad tiene pequeñas calas rodeadas de impresionantes acantilados. Estas playas te darán la bienvenida por unos días para que puedas olvidarte de todas tus preocupaciones de la vida diaria. También encontrarás una arquitectura y un ambiente tradicional, ya que Colera no cuenta con grandes instalaciones turísticas.

De camino a Colera, no faltarán monumentos para visitar. Entre los más famosos, te aconsejamos que te tomes un tiempo para visitar el Castillo de Molinas, el Parque de Arte, la iglesia parroquial y la Ermita de San Miquel de Colera. En cuanto a las actividades, el pueblo se ha desarrollado en torno a los deportes náuticos y los descubrimientos marinos.

Y si todavía tienes dudas sobre las cualidades turísticas de Colera, debes saber que la ciudad está a pocos kilómetros de Portbou y Llansá, dos ciudades famosas por su ambiente vacacional.