Platja d’Aro es uno de esos hermosos pueblos de la Costa Brava que pocos conocen. ¡Y eso es una pena! Este antiguo pueblo de pescadores tiene todas las cualidades de un verdadero destino turístico de renombre. Entre calas, actividades y descubrimientos, disfrutarás de una experiencia completa en el corazón de un pueblo catalán. Ven y aprende más sobre las tradiciones y la cultura de la Costa Brava visitando las calles de Platja d’Aro. También puedes alejarte de la ciudad y descubrir sus alrededores, especialmente su excepcional espacio natural.
Historia de Platja d’Aro
Platja d’Aro forma parte de un tríptico con las ciudades de S’Agaro y Castell d’Aro. La historia de cada ciudad está, por tanto, entrelazada con las demás. Según los historiadores, esta región existe desde hace mucho tiempo, ya que las primeras huellas de vida se remontan al Neolítico. Se han encontrado dólmenes y menhires en las montañas circundantes. Más tarde, los romanos se establecieron allí. En esa época, los habitantes vivían de la agricultura y del cultivo de la vid. También se sabía que la zona tenía grandes cantidades de arcilla que se extraían y luego se exportaban por mar a otros pueblos vecinos.
En cuanto a Platja d’Aro, es sólo en el año 968 cuando se menciona por primera vez el pueblo. En aquella época era un simple pueblo de pescadores situado entre Palamós y Sant Feliu de Guixols y se le conocía como Fanals d’Amunt. El pueblo estaba bajo la autoridad del Obispo de Gerona y en esta época se construyeron dos de los monumentos más famosos de la ciudad, entre los que destaca el castillo de Benedormiens. Se utilizó para proteger el Valle de Aro y sus guardias ayudaron a liberar el monasterio de Sant Feliu de Guixols en el siglo II. Unos siglos más tarde se construyó una segunda iglesia.
No fue hasta el siglo XX cuando se utilizó por primera vez el nombre de Platja d’Aro. Con el paso de los años y gracias a la división del municipio de Castell d’Aro, Platja d’Aro se convertirá en un auténtico centro turístico de la Costa Brava. Cataluña hará una importante contribución al permitir que el Castillo de Benedormiens ofrezca exposiciones y al organizar una vez más uno de los carnavales más festivos de la región.
Un espacio natural maravilloso
Si decides ir a Platja d’Aro durante tus vacaciones, no te decepcionará el viaje! El pueblo tiene muchas playas de arena fina y dorada donde las aguas cristalinas del mar Mediterráneo le darán la bienvenida con los brazos abiertos. Paseando por los senderos de la costa, se descubren pequeñas calas secretas escondidas de la muchedumbre turística estival. Disfrutarás de una increíble vista de la vegetación circundante. Y sí, Platja d’Aro es un lugar donde la naturaleza y la urbanización conviven perfectamente!
No hay que olvidar que Platja d’Aro es en su origen, un pequeño pueblo de pescadores. Por lo tanto, encontrarás pocos monumentos históricos dentro de la ciudad y tendrás que ir al centro de Castell d’Aro para disfrutarlos. Lo que ha hecho famoso al pueblo son sus muchas playas, todas más increíbles que las demás. Entre las más bellas y populares se encuentran las playas de Sa Conca y St Pol. Sin embargo, son las calas rocosas de la ciudad las que siguen siendo las más populares entre los turistas más curiosos. Entre otras cosas, se puede disfrutar de Cala del Pi y Cala de Sa Cova, así como de Cala Rovira.
Todo tipo de actividades
Gracias a esta reputación como destino marítimo, tendrás la oportunidad de disfrutar de tus deportes acuáticos favoritos. Jet ski, buceo, remo, paseo en catamarán…. Tendrás la posibilidad de elegir entre muchas actividades para hacer de tu estancia un sueño. Además, podrás disfrutar de un día inolvidable en el parque acuático Aquadiver, uno de los más famosos de la Costa Brava. Ven con tus hijos a divertirse en una piscina de olas o a experimentar emociones con amigos descendiendo por uno de los muchos toboganes vertiginosos del parque.
Y si no te gusta nadar, siempre puedes disfrutar del camino de ronda de Platja d’Aro. Realiza una magnífica caminata para descubrir los secretos que esconde la ciudad. El primer camino es muy antiguo y conecta la playa de St Pol y con la cala de la Conca. No te sacará de la ciudad, sino que te deslumbrará. Si quieres ir un poco más lejos y descubrir otros lugares, puedes coger el que parte de la playa de St Pol y se une al pueblo de Sant Feliu de Guixols.
Para aquellos que prefieren un destino de vacaciones más festivo, os invitamos a descubrir las ciudades de Lloret de Mar y Tossa de Mar. Estas dos ciudades, un poco más al sur de Platja d’Aro, te harán bailar toda la noche.
Crédito fotografías:
- Malditofriki, cc – Foto principal de Platja d’Aro
- Jorge Franganillo, cc – Historia de Platja d’Aro
- Patronat de Turisme, cc – Cala Rovira
- Calafellvalo, cc – Camino de ronda